viernes, 5 de octubre de 2012

PENOSO CAMBIO DE NOMBRE


A lo largo de la Historia hemos tenido que presenciar a menudo como los conquistadores no sólo sometían a los pueblos conquistados al pago de tributos o la reducción de sus habitantes a la esclavitud, sino que el desmedido orgullo del conquistador les ha llevado a cambiar el nombre a montañas, ríos, ciudades, etc.

Lo triste del cambio de denominación viene porque, muchas veces, se cambia el antiguo nombre en lengua nativa, dotado de un alto contenido poético, aportado por la conjunción entre el nombre y el lugar, describiéndolo de una manera clara. Por el contrario, el bautismo administrado por los conquistadores recién llegados suele ser una denominación mundana, casi siempre muy relacionada con la política o religión del país ocupador.

A continuación voy a relacionar algunos ejemplos de los cambios en la denominación que más me han llamado la atención, tanto por la importancia del bautizado como por el grave atentado contra el buen gusto que supone el cambio del antiguo por el nuevo nombre.

Citaré en primer lugar el nombre en idioma nativo, después su significado, para terminar con la nueva denominación impuesta y las oscuras razones del cambio.


- Chomolungma, que en tibetano significa Madre diosa de las montañas,  y no le falta razón, ya que con 8.848 metros de altura es la montaña más alta del mundo. Está situada en la frontera entre Nepal y China (en la región del Tibet). El nombre dado en nepalí no es menos poético, ya que se conoce como Sagarmatha, que significa La frente del cielo. Pero resulta que en 1865 el topógrafo general británico de la India la nombró como Everest, en honor del que fuera su predecesor en el cargo. Desconozco si el que escogió el nombre era buen topógrafo o no, lo que tengo claro es que carecía del más mínimo sentido poético.


- Guanahani, que en idioma taíno quiere decir Tierra de iguanas, es la isla que avistó Rodrigo de Triana el día 12 de octubre de 1492 en el archipiélago de las Bahamas, lo que supuso el descubrimiento del continente americano. El Almirante al mando de la expedición la rebautizó como San Salvador, en base a que en 1457, el papa Calixto III instituyó la festividad del Santísimo Salvador, en acción de gracias por la victoria el año anterior de los ejércitos cristianos sobre las fuerzas de Mehmed II  durante el sitio de Belgrado. Desde luego que los nativos de la isla sabía mucho de iguanas, pero nada de guerras de religión entre cristianos y musulmanes.


La Fontanilla, en Palos de la Frontera, fuente pública en la que se abastecieron de agua las
naves Santa María, Pinta y Niña antes de iniciar el viaje del descubrimiento de América.


- Mosi-oa-Tunya, que en idioma local de Zambia significa El humo que truena, constituyen un salto de agua del río Zambeze situado en la frontera de Zambia y Zimbabue. El nombre describe perfectamente el fenómeno que allí sucede, ya que la vaporización es tan grande que hace difícil la observación de las cataratas la mayor parte del año, y el ruido del agua al caer es atronador. Pero se ve que al famoso misionero y explorador escocés que las visitó en 1855 le gustaba más el nombre de la reina Victoria. Mis conocimientos sobre la historia del Reino Unido no llegan hasta el punto de saber si la aludida soberana echaba humo por las orejas o sus gritos atronaban el palacio cuando se enfadaba (porque digo yo que se cabrearía alguna vez) y si fue esa la razón por la que el explorador optara por ese nombre, o fue por simple y puro peloteo.


- Chaltén,  que en lengua tehuelche significa Montaña humeante, debido a las nubes que casi constantemente coronan su cima, lo que ha llevado a creer erróneamente que se trataba de un volcán. Se trata de una montaña de 3.375 metros de altura, ubicada al oriente del campo de hielo Patagónico Sur en el límite entre Argentina y Chile. En el año 1877 un famoso científico, naturalista, político, geógrafo y explorador argentino la bautizó como Fitz Roy, en honor del capitán del MMS Beagle; aunque la cartografía oficial argentina ha preferido denominarla Chaltén en los últimos años, pero no por reconocer más acertado y poético el nombre original, sino debido al conflicto con los británicos por las islas Malvinas.


- Kaniatarowaneneh, que en mohawk significa Gran vía navegable, es uno de los principales ríos de Norteamérica. En su primer tramo forma la frontera natural entre Estados Unidos y Canadá, adentrándose después en territorio canadiense, desembocando en el océano Atlántico formando el estuario más grande del mundo. El nombre fue cambiado en 1604 por el fundador de Quebec, que se refirió a él como “gran río del santo Lorenzo”. Esta denominación viene motivada por San Lorenzo, un santo cristiano que la iglesia celebra el 10 de agosto, día en el que Jacques Cartier navegó por primera vez en las aguas del río.


- Prey Nokor, que en jemer significa Ciudad de la selva, es la ciudad más grande de Vietnam. Aunque este nombre se sigue utilizando por muchos camboyanos y la etnia jemer, al tomar los vietnamitas el control del territorio, rebautizaron la ciudad como Sài Gòn (que en castellano se escribe con una única palabra Saigón), que quiere decir Palo de algodón. Finalmente, en 1975, tras el triunfo de las fuerzas del norte en la Guerra de Vietnam, la ciudad fue de nuevo renombrada como Ciudad Ho Chi Minh, en honor del que fuera presidente de Vietnam del Norte. En este caso me surge la duda de cuál de los nombres es más poético, ya que el nombre del político significa El que ilumina, muy apropiado, ya que el dirigente comunista era también poeta; pero finalmente creo más apropiada la denominación jemer, ya que describe físicamente a la ciudad y no se centra en una única persona.